Las personas segregadas quedan atrapadas en empleos mal remunerados, señala
Surgen nuevas formas de exclusión como la obesidad y el consumo de tabaco, señala
La discriminación laboral es mucho más que un asunto personal o de relaciones, ya este problema puede "perpetuar la pobreza, impedir el desarrollo, la productividad y la competitividad y provocar inestabilidad política" asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que el próximo 10 de mayo emitirá su segundo informe sobre este tema en el cual alerta sobre el surgimiento de nuevas formas de exclusión en el mundo del trabajo y resalta que entre los principales tipos de segregación están las ejercidas por motivos de sexo, aspectos raciales, discapacidad, religión, edad y enfermedades como el VIH/sida.
El 12 de mayo de 2003, la OIT dio a conocer su reporte La hora de la igualdad en el trabajo, en el cual hizo hincapié en que pese a la prohibición de la discriminación en el trabajo, esta medida no ha redundado en la erradicación de la práctica.
De acuerdo con la OIT algunas de las nuevas formas de exclusión en el trabajo tienen que ver con hacer diferencias contra quienes tienen estilos de vida considerados poco saludables, por situaciones tales como la obesidad y el consumo de tabaco, o bien hacia las personas que tienen predisposición genética para desarrollar cierto tipo de enfermedades, o por ser demasiado jóvenes o tener una orientación sexual diferente a las tenidas y aceptadas como comunes.
Datos de este organismo de la ONU establecen que las formas tradicionales de discriminación por género, raza, edad y origen social, continúan vigentes pese a los esfuerzos realizados para combatirlas, incluyendo los cambios legales, y es por eso que la OIT exhortará a los gobiernos, mediante el nuevo informe denominado La igualdad en el trabajo; afrontar los retos que se plantean, a adoptar un enfoque más integral para eliminar la discriminación en el trabajo.
La OIT identifica a los "prejuicios, los estereotipos y a las instituciones sesgadas que han resistido a los esfuerzos legislativos" como las principales causales de segregación.
Según el Convenio 111 de la OIT la discriminación es toda forma de distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social, entre muchas otras características y que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación".
Esta organización sostiene que aunque las formas más "flagrantes" de discriminación laboral han disminuido, muchas perduran, al tiempo que otras han adquirido formas nuevas o menos visibles, pero no por ello menos perjudiciales, pues la discriminación "suele atrapar a las personas en trabajos escasamente remunerados en el ámbito de la economía no estructurada; los discriminados suelen quedar atrapados en los peores empleos, en los que se les niegan prestaciones, protección social, formación, capital o créditos. Así el fracaso en erradicar la discriminación laboral contribuye a perpetuar la pobreza", advierte.
También refiere que la migración mundial, especialmente por razones de trabajo, ha exacerbado ciertas formas de discriminación, especialmente la relacionada con la raza, la religión y el contagio con el VIH/sida.
La exclusión por sexo constituye la forma más generalizada de discriminación laboral, y las mujeres representan el grupo más vulnerable a ella. Esto se evidencia en que es más habitual encontrar mujeres en los empleos peor pagados y menos seguros.
Surgen nuevas formas de exclusión como la obesidad y el consumo de tabaco, señala
La discriminación laboral es mucho más que un asunto personal o de relaciones, ya este problema puede "perpetuar la pobreza, impedir el desarrollo, la productividad y la competitividad y provocar inestabilidad política" asegura la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo que el próximo 10 de mayo emitirá su segundo informe sobre este tema en el cual alerta sobre el surgimiento de nuevas formas de exclusión en el mundo del trabajo y resalta que entre los principales tipos de segregación están las ejercidas por motivos de sexo, aspectos raciales, discapacidad, religión, edad y enfermedades como el VIH/sida.
El 12 de mayo de 2003, la OIT dio a conocer su reporte La hora de la igualdad en el trabajo, en el cual hizo hincapié en que pese a la prohibición de la discriminación en el trabajo, esta medida no ha redundado en la erradicación de la práctica.
De acuerdo con la OIT algunas de las nuevas formas de exclusión en el trabajo tienen que ver con hacer diferencias contra quienes tienen estilos de vida considerados poco saludables, por situaciones tales como la obesidad y el consumo de tabaco, o bien hacia las personas que tienen predisposición genética para desarrollar cierto tipo de enfermedades, o por ser demasiado jóvenes o tener una orientación sexual diferente a las tenidas y aceptadas como comunes.
Datos de este organismo de la ONU establecen que las formas tradicionales de discriminación por género, raza, edad y origen social, continúan vigentes pese a los esfuerzos realizados para combatirlas, incluyendo los cambios legales, y es por eso que la OIT exhortará a los gobiernos, mediante el nuevo informe denominado La igualdad en el trabajo; afrontar los retos que se plantean, a adoptar un enfoque más integral para eliminar la discriminación en el trabajo.
La OIT identifica a los "prejuicios, los estereotipos y a las instituciones sesgadas que han resistido a los esfuerzos legislativos" como las principales causales de segregación.
Según el Convenio 111 de la OIT la discriminación es toda forma de distinción, exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia nacional u origen social, entre muchas otras características y que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación".
Esta organización sostiene que aunque las formas más "flagrantes" de discriminación laboral han disminuido, muchas perduran, al tiempo que otras han adquirido formas nuevas o menos visibles, pero no por ello menos perjudiciales, pues la discriminación "suele atrapar a las personas en trabajos escasamente remunerados en el ámbito de la economía no estructurada; los discriminados suelen quedar atrapados en los peores empleos, en los que se les niegan prestaciones, protección social, formación, capital o créditos. Así el fracaso en erradicar la discriminación laboral contribuye a perpetuar la pobreza", advierte.
También refiere que la migración mundial, especialmente por razones de trabajo, ha exacerbado ciertas formas de discriminación, especialmente la relacionada con la raza, la religión y el contagio con el VIH/sida.
La exclusión por sexo constituye la forma más generalizada de discriminación laboral, y las mujeres representan el grupo más vulnerable a ella. Esto se evidencia en que es más habitual encontrar mujeres en los empleos peor pagados y menos seguros.
Fuente: La Jornada, sábado 5 de mayo de 2007. CAROLINA GOMEZ MENA